"El software es como la entropía: difícil de atrapar, no pesa, y cumple la Segunda Ley de la Termodinámica, es decir, tiende a incrementarse"
Norman Augustine
Por ALEXANDRA NAVARRO
Necesito tu ayuda para hackear el ordenador más poderoso del mundo. Éste equipo controla todos los pasos que das en tu vida y de los que te rodean. Es tan poderoso que nunca puedes escapar de su influencia, siempre está presente en el supermercado, en tu lugar de trabajo, incluso en la intimidad de tus pensamientos.
Es el culpable que no vivas del modo que quieres.
Aceptas el reto de hackearlo y reprogramarlo.
Ese computador es tu cerebro.
Ahí están contenidos todos tus pensamientos, paradigmas y hábitos limitantes que impiden que vivas a tu máximo potencial.
La idea es sabotear esa negativa conversación interna que se reproduce una y otra vez y remplazarlos por pensamientos propios.
La mayoría de los pensamientos que tienes, son ajenos. Fueron adquiridos cuando eras niño por la influencia que ejercían en ti tus mayores. Esto sucedió en los colegios, centros religiosos, ambiente familiar, por nombrar algunos.
No fue tu culpa, puesto que no tenías otro modelo de cómo funciona el mundo. Si estás leyendo este artículo, es porque sabes que la vida ofrece múltiples opciones para experimentar, muchas más de las limitadas opciones que te mostró tu enseñanza.
Además, estos pensamientos los absorbiste sin que te dieras cuenta. El cerebro está diseñado para recibir constantemente información, trabaja las 24 horas, los 7 días de la semana. Nunca descansa.
Según Tor Nørretranders, en su libro “The User Illusion” (La ilusión de usuario) la realidad está formada por millones de bits de información, la parte consiente solo percibe 40 bits de todos los datos que son almacenados en nuestro cerebro.
Esto significa que las millones de experiencias sensoriales que percibes mientras vas por la calle (sonidos, olores y lo que captas con tu cuerpo), sólo eres consciente de menos de una millonésima parte de lo que ocurre. Ósea, que absorbiste un montón de información sin que te dieras cuenta.
Cuando eras niño, el proceso de absorción era más poderoso, puesto que no podías elegir ni rechazar qué ideas aceptabas en tu mente.
Una de las creencias más comunes que se adquieren sin cuestionar es que llegamos a un mundo con suministros limitados por los que hay que competir.
Aprendiste a repetir diálogos negativos y victimistas de acuerdo a lo que escuchaste de tus mayores.
…las cosas cada vez están más caras; la inseguridad va en ascenso; la corrupción política no deja que el país (mundo) progrese; todo el mundo se está agripando; la sociedad está en decadencia…
Así que sigue mi consejo y reprograma tu disco duro. Posiblemente no puedas controlar que tus pensamientos se repitan una y otra vez, pero sí puedes elegir qué clase de pensamientos quieres repetir: los tuyos.
Haz una lista de todos los pensamientos que pasan por tu mente.
Ejemplo:
No soy bueno para la música
Cuestiónalos, pregúntate si de verdad crees en ese pensamiento.
¿En verdad creo en ese pensamiento?
Recibe cualquier respuesta que tengas. Si la respuesta que sí lo crees, pregúntate por qué lo crees.
Si la respuesta es no, entonces pregúntate,
Entonces, ¿qué decido creer?
Y cambia tu pensamiento:
Tengo habilidades para la música
Posiblemente al principio suene falso. En este caso es mejor que busques evidencia que respalde tu nuevo pensamiento.
Para el ejemplo, toma clases de música. Busca un mentor (Conoce las ventajas de contar con un Coach), alguien que sepa más que tú. Y toma nota de tus avances. Aunque sean pequeños, estos serán la evidencia que apoyara tu nueva creencia.
Estate atento a lo que pasa por tu mente y desafía tus pensamientos.
Estate atento, también, a mi blog. Más adelante publicaré más técnicas para reprogramar tu mente.
¡Buena Suerte!