“Las madres que trabajan suelen tener un mayor nivel educativo, más ingresos y más motivos de satisfacción, por lo que tienen menos probabilidades de deprimirse que las que están en casa. Y el estado de ánimo de la madre influye en el niño y en su conducta”
Anne McMunn
Por ALEXANDRA NAVARRO
A través de mi carrera, primero como alta ejecutiva y después como empresaria, he visto como la mayoría de mujeres sacrifican el tener una familia para sobresalir en sus carreras, o renuncian a oportunidades prometedoras para dedicarse a ser mamá de tiempo completo. Yo decidí que quería gozar de una gran carrera como empresaria, trabajar en algo que me apasionara y ser dueña de mi propio tiempo. Al mismo tiempo quería estar presente para mi familia, ver crecer a mis hijos y encargarme de su crecimiento. No quería resignarme a tener sólo una de mis metas, ¡Quería las dos cosas!
Y lo logre.
Soy mamá y dirijo mi propia compañía desde mi casa y veo que los beneficios son mayores que si me hubiera conformado solo con una.
Al estar en la casa, puedo enseñar con el ejemplo a mis hijos, quienes me ven esforzándome para alcanzar mis metas y haciendo lo que me apasiona.
Las nuevas tecnologías me permiten apalancar gran parte del esfuerzo, pues hace mucho comprendí que no es lo mismo actividad que productividad, no por el hecho de trabajar mucho he de lograr mucho. Al trabajar inteligentemente puedo obtener resultados mayores en menos tiempo, con mejor calidad que en una jornada laboral de 9am a 5pm.
Estoy presente en cada una de mis actividades. En mi agenda distribuyo tiempo para mi trabajo y para estar con mis hijos y cuando estoy con ellos no estoy pensando en el informe que tengo que entregar, pues me entrego al momento de cuerpo y mente y así paso tiempo de calidad con ellos. El Journal of Epidemology & Community Health, en una de sus ediciones de junio de 2011, concluyó que para la Fortaleza Emocional de los Niños es mejor la calidad de tiempo que pasan con sus padres que la cantidad. En mi agenda también hay tiempo para mí. El hecho de ser madre trabajadora no impide que pueda disfrutar de mis actividades y momentos a solas.
El anterior estudio se basó en entrevistas a más de 20 mil niños acerca de sus relaciones familiares, personales y de convivencia. Resulto que los niños eran emocionalmente más estables y maduros si su madre trabajaba. La doctora Anne McMunn, quien dirigió el estudio, asegura que “las madres que trabajan suelen tener un mayor nivel educativo, más ingresos y más motivos de satisfacción, por lo que tienen menos probabilidades de deprimirse que las que están en casa. Y el estado de ánimo de la madre influye en el niño y en su conducta”.
Si eres madre y trabajas, ¡FELICIDADES! Estas demostrando que eres una persona con grandes capacidades de organización y que ya tienes las herramientas para Balancear tu vida al alcance de tu mano.
No olvides apartar algo de tiempo para ti. ¡te lo mereces!
Feliz día.
